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RSE: requiere un compromiso al más alto nivel y convertirla una cultura organizacional
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en estos “dorados tiempos” es más importante que nunca, no solo es un medio para afianzar la lealtad de sus clientes y fortalecer su reputación, sino porque puede contribuir al ahorro de costos, evitar multas, incrementar la productividad, atraer y retener el mejor talento, entre otros.
Pero OJO: mal concebida puede también tener efectos contrarios y perjudiciales. ¡De esto hablaremos hoy!
Primero que nada, es muy importante comprender que las personas han cambiado un poco sus expectativas sobre el rol de las empresas en la sociedad. Ya no es suficiente que “generen empleos y crecimiento económico” y “utilidades para sus accionistas”, ahora se espera que entiendan y actúen responsablemente sobre los impactos (positivos o negativos) que sus operaciones pueden causar sobre la calidad de vida de sus empleados y de las comunidades con las que se relacionan.
Una vez comprendidos los impactos, las empresas deben ocuparse en que sus operaciones sean rentables financieramente, pero cuidando lo social y la preservación del ambiental, reconociendo en ello los intereses de los distintos grupos con los que se relaciona, grupos que pueden tener un impacto en el logro de sus objetivos. Por lo tanto, la RSE es un concepto inherente al negocio (no algo adicional a la función original), donde se integra el respecto a las personas, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente, con la misma operación de la empresa; y para asegurar que tenga los impactos positivos esperados, se recomienda incorporarla en los sistemas de gestión.
¿De qué impactos estamos hablando? En lo social, por ejemplo, un impacto positivo puede ser el incentivar la economía local de una comunidad donde opera contratando proveedores o personal local (y si no existe con la calidad requerida, puede invertir en su desarrollo).
En lo negativo podría estar el incumplimiento de normativas de salud y seguridad ocupacional que lleven a accidentes con consecuencias en su personal. O en lo medioambiental, un impacto positivo es tener programas de ahorro energético o de reciclaje para sus desechos; y sería muy negativo el lanzar aguas servidas sin tratar, lo que contaminaría los ríos de la comunidad.
Una vez identificados los impactos e incorporadas las acciones a la gestión del negocio, se recomienda comunicarlas a sus grupos de interés, teniendo mediciones y evidencia que las respalden; de lo contrario podría repercutir en la credibilidad de la empresa. Un ejemplo es el “greenwashing”, donde se percibe que la empresa quiere mejorar su imagen utilizando banderas ambientales, pero no ha realizado ningún cambio real de fondo.
Con esto hemos intentado definir que es la RSE y su importancia, y aunque es fácil identificarla, su ejecución requiere un compromiso al más alto nivel y convertirla una cultura organizacional. ¡Las empresas son entes legales, el comportamiento responsable de cada una de las personas que la conforman hará el cambio real!
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* Fuentes: https://www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf; https://www.expoknews.com/que-es-verdaderamente-la-responsabilidad-social/
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