“El Covid-19 está lejos de considerarse una enfermedad endémica”, declaró la doctora Catherine Smallwood, responsable de la Gestión de incidencia de esta enfermedad en el Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la funcionaria, la “endemicidad” supone que existe una circulación estable del virus a niveles predecibles y olas de transmisión potencialmente conocidas y previsibles.
“Pero lo que estamos viendo en este momento al entrar en 2022 no se acerca a eso, todavía tenemos una gran cantidad de incertidumbre, el virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19 el cual evoluciona rápidamente y plantea retos bastante nuevos. Así que no estamos en condiciones de decir que es endémico”, añadió.
Además, destacó que se convertirá en endémico a su debido tiempo, pero es un poco difícil determinar la fecha en este mismo año.
Smallwood, explicó que ese proceso depende de cómo el planeta responda a su propagación y “la aceptación generalizada de la vacunación sobre una base equitativa será muy, muy clave para avanzar hacia ese escenario”.
Por su parte, Hans Kluge, director Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, advirtió que con la rápida propagación de la variante Ómicron, se prevé que infecte a más de la mitad de la población de la región europea en las próximas seis u ocho semanas.
“En la actualidad, Ómicron representa un nuevo maremoto de oeste a este que barre la región y que se suma a la oleada delta que todos los países estaban gestionando hasta finales de 2021”, detalló.
Datos de la OMS indican que hasta el 6 de enero esta variante se había identificado en 149 países a nivel mundial.
Ómicron es una variante muy divergente con una gran cantidad de mutaciones, incluidas 26 a 32 en la proteína espiga, algunas de las cuales probablemente estén asociadas con un potencial de escape inmunitario humoral y una mayor transmisibilidad, ha advertido la OMS.
El riesgo general relacionado con ella sigue siendo muy alto pues las investigaciones indican que tiene una ventaja de crecimiento significativa sobre la Delta, lo que lleva a una rápida propagación en la comunidad.
Asimismo, el rápido aumento de los casos conducirá a un aumento de las hospitalizaciones, que puede plantear demandas abrumadoras en los sistemas de atención médica y provocar una morbilidad significativa, particularmente en las poblaciones vulnerables, señaló la OMS.
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*Con información de Agencia Prensa Latina
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