Un mundo revuelto desde que apareció la Covid-19 abre paso hoy a nuevas tendencias en muchos aspectos turísticos, como es el caso de la gestión hotelera, marginada por los constantes confinamientos sanitarios.
Este criterio lo sustentan los más importantes analistas de la situación actual, boletines electrónicos como los europeos Preferente y Reportur, y las columnas que constantemente reflejan la precaria marcha de la industria de los viajes debido a la pandemia.
Es el caso, que la industria hotelera enfrentada a desafíos sin precedentes en este 2021 busca variantes dependientes de empresas y las propiedades individuales.
La industria hotelera se apresuró a implementar procedimientos elevados de seguridad e higiene en las semanas y meses posteriores a la primera declaración de la pandemia (marzo de 2020), pero es probable que las empresas continúen construyendo y mejorando sus diversos programas.
Por tanto, se trata de perfilar esas soluciones este año, cuando las administraciones no solo buscan asegurar a los huéspedes, sino separarse de la competencia.
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Los hoteles y resorts introdujeron en masa programas y paquetes de estadías prolongadas el año pasado, y esa tendencia continuará en 2021 a medida que los huéspedes busquen estancias más productivas.
De acuerdo con el analista de viajes y turismo de GlobalData, Ralph Hollister, la incertidumbre puede llevar a que las personas hagan todo lo posible durante un gran viaje.
En lugar de travesías cortas se aplican las largas, pues las primeras pueden cancelarse por las medidas sanitarias, esta sería la tendencia más relevante en el año.
Al existir esta variante se complementaria descanso y trabajo, dependiente de redes de comunicación estables y apropiadas con acceso rápido a WiFi, para lograr en los hoteles estaciones de trabajo.
De ahí que es imprescindible el mejoramiento de la tecnología en los hoteles, aeropuertos, restaurantes y otros lugares, a donde acuden personas con sus móviles y portátiles, para compartir descanso con productividad.
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Expertos como Hollister, señalan entonces que 2021 será para los hoteleros un año con fuerza en materia de adopciones tecnológicas, para reducir los puntos de contacto físico entre los huéspedes.
El uso de la tecnología IoT, por ejemplo, para controlar la configuración de las habitaciones también permite a los hoteles recopilar más datos de los clientes, creando una experiencia personalizada.
Incluyen entre las tendencias, la oferta de alimentos y bebidas en un sistema que limite las interacciones humanas, ya sea mediante servicio a las habitaciones, como dejar comida en las puertas y menús escaneables.
Flexibilidad entonces debe ser la palabra de orden para la hotelería en medio de una situación que nadie sabe cuándo terminará, incluso al margen de las vacunaciones.