La Asociación Guatemalteca de Exportadores lamenta el fallecimiento del ingeniero químico y empresario Dr. Gabriel Biguria Ortega, quien fue uno de los fundadores de AGEXPORT y promotor del Sector de Acuicultura y Pesca.
La tenacidad del doctor Biguria, su mística de trabajo y su visión innovadora y futurista se ve reflejada en su exitosa empresa de camaronicultura ACUAMAYA, S.A., conformada por un laboratorio de producción de postlarvas, tres fincas de engorde y una planta procesadora, la cual se caracteriza por incorporar en sus procesos los criterios de innovación, investigación, sustentabilidad, adopción de nueva tecnología, y responsabilidad social empresarial. Resaltó Maria Olga Menéndez, Gerente del Sector de Acuicultura y Pesca de AGEXPORT, durante un reconocimiento al Dr. Biguria en 2017.
El empresario dirigió AGEXPORT entre 1994 y 1996, período en el cual posicionó a la Asociación como una entidad independiente dentro del sector privado. En su gestión impulsó las negociaciones con la Unión Europea para lograr que Guatemala estuviera incluida en la lista No. 1 de terceros países autorizados para exportar productos acuícolas y de pesca a ese mercado, ubicándola como el segundo país de Latinoamérica, después de Ecuador.
En 2022, luego de obtener el Galardón Nacional a la Exportación en la categoría de “Sostenibilidad Empresarial, Mejores Prácticas y Protocolos”, ACUAMAYA fue reconocida como el Exportador del año.
Revista DataExport, como un reconocimiento comparte la entrevista que brindó en la cual destacó su orgullo por impulsar el sector de acuicultura y el impacto en la generación de desarrollo económico y social en comunidades de la Costa Sur.
¿Cómo inicio ACUAMAYA?
En 1982 tuve la oportunidad de estar por el sector privado de Guatemala representando la Junta Monetaria; en ese entonces la región centroamericana atravesaba graves problemas de todo tipo, especialmente la recesión mundial.
Eso me trajo a pensar en la necesidad que Guatemala se convirtiera en un país exportador, dentro de esa situación que se vivía a nivel internacional, y por mi experiencia en Ingeniería Química inicié a comercializar productos con materia prima como la sal, además de investigar otros procesos con este compuesto.
Fue así que, al realizar diferentes investigaciones, me di cuenta que había camarones dentro de las aguas salinas y así inició una nueva historia, creando Mayasal, una de las primeras empresas de acuicultura de camarones en Centroamérica.
¿Cuál fue su primer mercado de exportación en Guatemala?
La empresa se fundó en 1983 y la primera producción fue en 1984, en ese tiempo uno no podía exportar, ya que las agencias de exportación estaban controladas y fue una gran lucha, ya que primero debía tener la licencia para empresas.
Ese trámite nos llevó tres años, pero la primera exportación de camarones de alta calidad fue hacia Estados Unidos.
De ahí, en 1990 comenzamos en el mercado europeo específicamente en Francia porque ahí encontramos que había demanda y en este mercado continuamos siendo proveedores.
¿Cómo incursionaron en el mercado de Asia?
Con el tiempo además de Francia, España, Países Bajos, nos fuimos expandiendo y gracias al entusiasmo y liderazgo de Carlos Gabriel Biguria (hijo) que se nos une al equipo de Acuamaya, con su entusiasmo y liderazgo logramos expandirnos a Taiwán y continuamos explorando otros mercados en el continente asiático.
¿Qué ha significado para usted ser pionero en la exportación de camarón en Guatemala?
Estoy muy agradecido por muchas cosas en mi vida y una de ellas es haber logrado que este pequeño lugar retirado y ubicado en la Costa del Pacífico, sea una comunidad con oportunidades para sus pobladores.
Actualmente tenemos más de 500 colaboradores. Las tres fincas de producción (Mayasal Saquija y La Danta) han cambiado la vida de quienes viven en las comunidades de Monterrico porque no solo hemos transformado el cultivo del camarón a través de la tecnificación, innovación y sostenibilidad, sino lo más importante quienes residen en estos lugares, porque los hemos involucrado para que a través del cultivo de larvas de camarón se conviertan en productores en la Costa del Pacífico.
La mayoría ha tenido mucho éxito en transformar su calidad de vida, porque no era lo mismo depender de ser un empresario o pescar en los esteros, que tener una forma de canalizar su vida comercializando un producto que es muy demandado en el mercado local e internacional.
¿ Cuál es uno de los valores agregados que tiene su empresa?
Todo el tiempo hay nuevas enfermedades, desafíos y fue así que en 2000 creamos el laboratorio, el cual se estableció para desarrollar líneas genéticas y producir Post Larvas (camarones bebés) para las fincas de la empresa y apoyar el crecimiento de la industria de Guatemala.
Esto ha sido a mi opinión lo que diferencia a esta empresa, además de nuestros valores, todo lo que hacemos es bajo el enfoque de desarrollo a las comunidades y cuidado para el medio ambiente.
Si algo nos distingue es que creemos en el cambio genético para tener animales que crecen más rápido y más resistentes, y mantienen la posibilidad de competir a nivel internacional.
Por su trayectoria, qué mensaje da a los emprendedores para convertirse en exportadores
El mundo es el mercado, por lo cual hay que tener una visión global, pero es difícil, pero deben comenzar localmente y después en los mercados cercanos como Centroamérica y México, pero finalmente verse a nivel global porque el mundo lo demanda y tenemos esas oportunidades.
Es una constante tarea, muy emocionante y uno de los secretos es estarse diversificando con productos y servicios de calidad.
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