La política arancelaria de Estados Unidos (EE.UU.) enfrenta un nuevo desafío. La semana pasada, la Corte Federal de Apelaciones declaró ilegales ciertos gravámenes impulsados por el presidente Donald Trump,bajo la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (IEEPA), señalando que exceden la autoridad otorgada al Ejecutivo por el Congreso.
El fallo afecta directamente medidas como los aranceles recíprocos y los vinculados al fentanilo impuestos a México y Canadá, aunque deja en pie los gravámenes al acero, aluminio, autopartes y penalizaciones aplicadas a India y Brasil.
Para analistas, el caso abre un frente judicial que podría escalar hasta la Corte Suprema y generar un efecto dominó en las cadenas de suministro.
“Los importadores estadounidenses tendrán que convivir con una fuerte incertidumbre por un tiempo”, advirtió Lars Jensen, experto de la industria marítima, al plantear la posibilidad de reclamos masivos por reembolsos de aranceles pagados en los últimos años.
Impacto inmediato en transporte y comercio
El panorama se complica aún más por la dinámica del transporte marítimo. Según el analista Judah Levine, los embarques adelantados antes del 12 de agosto —fecha original para la entrada en vigor de aranceles del 30% sobre exportaciones chinas— provocaron un repunte temporal en la demanda marítima. Sin embargo, desde entonces, las tarifas spot en las rutas Asia–EE. UU. han caído entre 60% y 70%.
De acuerdo con el Baltic Freightos Index (FBX), la ruta Asia–Costa Oeste de EE. UU. cayó 10% en la última semana, ubicándose en US$1,744 por contenedor de 40 pies (FEU), su nivel más bajo desde diciembre de 2023. En el corredor Asia–Costa Este la baja fue aún más pronunciada, con una caída acumulada de 34% en agosto.
Los desvíos por el Mar Rojo y las restricciones a operadores navieros chinos previstas para octubre añaden más presión. Aunque el Índice de Carga Contenerizada de Shanghái (SCFI) mostró un leve repunte, analistas advierten que podría ser solo un respiro antes de la Semana Dorada en China, cuando se reducen las operaciones logísticas.
Tensión política y comercial con China
El fallo judicial llega en medio de una tregua frágil entre Washington y Pekín. Ambos países extendieron por 90 días la suspensión de aranceles más altos, pero la tensión persiste. China enviará un negociador de alto nivel a Washington, mientras busca diversificar mercados hacia Europa, América Latina y África.
Las cifras respaldan este viraje: las exportaciones chinas hacia la Unión Europea crecieron 8.2% interanual en los primeros siete meses del año, mientras que hacia África aumentaron 25.9%.
E-commerce y debate regulatorio
Otro punto de fricción es el comercio electrónico. Tras la suspensión de la exención de minimis para importaciones desde China, los envíos B2C al mercado estadounidense habrían caído hasta un 50%, según estimaciones preliminares. Este reacomodo ha beneficiado a Europa, donde el valor de importaciones por e-commerce se duplicó en un año, lo que abre un debate sobre la necesidad de aplicar restricciones similares en ese continente.
Un escenario de alta incertidumbre
La combinación de presión judicial, ajustes regulatorios y caída en tarifas de fletes dibuja un escenario de inestabilidad. “La política comercial se ha convertido en un arma de caos, y las compañías atrapadas en medio están sangrando dinero mientras los políticos usan las cadenas de suministro como fichas de negociación”, resaltó Jensen.
*Con información de MundoMarítimo
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