Conseguir financiación requiere pensar en imposibles. Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe, esto pasa además por innovar el enfoque para conseguir alianzas con el sector privado.
Desde que los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueran lanzados por la ONU en 2015, se han dado pasos importantes pero insuficientes para cumplirlos. Entre los obstáculos con que estos tropiezan, ocupa un lugar destacado la dificultad para obtener recursos.
Según cálculos de la ONU, se necesitarían US$ 2.5 billones más cada año, que sólo se conseguirán si todas las organizaciones implicadas prestasen su máximo apoyo. Es decir, hace falta dinero y, sobre todo, hace falta conectar los proyectos correctos con los inversionistas adecuados para desarrollar iniciativas sostenibles.
En BID Invest intentamos remediar estas carencias y contribuir al cumplimiento de los ODS en América Latina y el Caribe mediante alianzas con el sector privado. ¿Cómo funciona esto? En principio, aportando recursos propios para movilizar inversiones hacia proyectos de desarrollo innovadores, apoyados en modelos de negocio sostenibles y escalables.
Si se nos permite la analogía, se trata de actuar como un “influencer” de las finanzas que ayude a marcar tendencias y así levantar financiación que de otra forma sería difícil de conseguir, cuando no imposible.
El método para financiar
Sabemos que es una tarea compleja, porque el interés de los inversionistas choca muchas veces con su falta de experiencia en este ámbito, con los riesgos políticos persistentes en algunos países de la región y con la amenaza que entraña el cambio climático.
Una de las herramientas que utilizamos es el financiamiento mixto, que consiste en dirigir operaciones en las que interviene nuestra red de donantes y socios, que comparten el compromiso de BID Invest en América y el Caribe, y que trabajan y cofinancian con nosotros para alcanzar objetivos comunes.
Los fondos de los donantes, unidos a nuestro propio capital, nos permiten otorgar financiación concesional, que ofrece mayores facilidades de pago a los prestatarios, y que combinamos con capital en términos comerciales.
Hay varios proyectos de financiamiento mixto de los que nos sentimos especialmente orgullosos por incluir modelos de negocio nuevos e innovadores. Por ejemplo, el llevado a cabo por Itelecom en diversos municipios de Chile, consistente en la aplicación de tecnología LED de alta eficiencia en el alumbrado público. Otra iniciativa, llamada Ejido Verde, va a permitir el cultivo de 1 mil 250 hectáreas con especies nativas de pino resinero en el Estado mexicano de Michoacán.
Itelecom se financia con un préstamo de BID Invest de US$ 7 millones y con dos copréstamos de donantes: uno del Fondo Canadiense para el Clima y otro del Fondo de Tecnología Limpia, que aportan US$ 7 y US$ 4.5 millones, respectivamente. En Ejido Verde, sus promotores han recibido un paquete de financiación de BID Invest y del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) por importe de dos millones de dólares.
Movilización como solución
Una segunda solución que ponemos a disposición de nuestros clientes es la movilización de recursos dirigidos a la creación o mejora de infraestructuras sostenibles, que son una de las principales carencias de América Latina y el Caribe, a tal punto que, para ponerse al día, necesita invertir US$ 7 billones entre 2016 y 2030, un 40 por ciento más que en los quince años anteriores.
BID Invest proporciona a tal efecto capital a largo plazo cuando el mercado no lo hace por iniciativa propia o cuando sólo está dispuesto a hacerlo en unas condiciones inasumibles por nuestros clientes.
Para ello, animamos a los inversionistas institucionales (bancos comerciales, aseguradoras, fondos de inversión, fondos de pensiones) a canalizar su dinero hacia las infraestructuras, bajo el paraguas de BID Invest. Nosotros aportamos experiencia, sólidas relaciones con los países de la región y la confianza que ofrece nuestra alta calificación crediticia.
Un caso de este tipo es La Jacinta, primera planta solar fotovoltaica de gran escala de Uruguay, que contribuirá a la diversificación del suministro de electricidad procedente de fuentes renovables y para la que se consiguió una financiación total de US$ 93 millones.
BID Invest estructuró un bono B, que fue el primer bono internacional solar en América Latina y el bono (non sovereign) con plazo más largo en el mercado uruguayo (25 años), con la colaboración de Invenergy, uno de los inversionistas en energía renovable más importantes del mundo.
Además, el paquete incluía un préstamo de financiamiento mixto del Fondo Climático Canadiense para el Sector Privado de las Américas (C2F). Este préstamo fue restructurado para apoyar que el bono consiguiera una calificación (rating) de grado inversión, fundamental para que fuera aceptado y comprado en el mercado.
La financiación mixta y la movilización de inversiones para infraestructuras son dos fórmulas para un único propósito: que América Latina y el Caribe dé un salto cuantitativo y cualitativo en el desarrollo de proyectos sostenibles. Y actuamos como “influencers” de finanzas sostenibles para superar los desafíos en el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.