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Cómo puede afectar a América Latina la “recesión técnica” de EE.UU.
El crecimiento económico de Estados Unidos (EE.UU.) sufrió dos trimestres seguidos de contracción económica, un hito catalogado como una “recesión técnica”, aunque en muchos países es considerado una recesión con todas sus letras.
*Con información de BBC Mundo
No es el caso de Estados Unidos, donde las autoridades están a la espera de otros datos para confirmar si la economía ha entrado realmente en un terreno recesivo, un escenario definido por muchos expertos estadounidenses como “un descenso significativo de la actividad económica que se extiende por toda la economía y dura más de unos pocos meses”.
El dato clave, se dió a conocer el 28 de julio de 2022, y es el Producto Interno Bruto (PIB) anualizado del país el cual disminuyó 0.9 por ciento en el segundo trimestre, sumándose a la caída de 1.6 por ciento del primer trimestre.
La inversión empresarial, mercado inmobiliario y construcción cayeron, el gasto de los consumidores se desaceleró y los ingresos bajaron (ajustados por inflación), según los datos publicados por el Departamento de Comercio estadounidense.
Estas señales aparecen en medio de una inflación récord (9.1%, el mayor incremento en 40 años), un rápido aumento de las tasas de interés y la caída del crecimiento económico.
“No me parece una recesión”
Para hacer frente al viento en contra, la Reserva Federal (equivalente al Banco Central en otros países) ha estado tratando de enfriar la economía en un intento por controlar la inflación, y la Casa Blanca ha argumentado que la desaceleración actual es parte de una transición inevitable hacia un período de crecimiento más estable.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, rechazó las afirmaciones de que el país está en recesión, luego de que se diera a conocer la contracción económica por segundo trimestre consecutivo.B
iden señaló que existe un sólido crecimiento del empleo y un repunte en la manufactura, y agregó: “Eso no me parece una recesión, después del crecimiento económico histórico del año pasado, y recuperando todos los empleos del sector privado perdidos durante la crisis pandémica, no sorprende que la economía se esté desacelerando”.
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Uno de los grandes temores entre los economistas es que los movimientos agresivos de la Reserva Federal (que ha estado subiendo las tasas de interés con el objetivo de reducir la inflación) afecten el crecimiento y provoquen el escenario recesivo.
¿Dónde está el peligro?
El profesor de la Universidad de Harvard Jeffrey Frankel sostuvo que “las probabilidades de que se produzca una recesión son sustancialmente más altas que para cualquier otro año”.
Las presiones más fuertes vienen desde el frente externo, argumentó a la BBC. La desaceleración en China y en Europa, que se han visto más afectadas por el aumento de los precios de la energía por la guerra en Ucrania, aumenta los riesgos.
El principal peligro del escenario actual más allá de la discusión técnica sobre qué es una recesión, señalan analistas, es que se produzca una especie de “efecto contagio” entre las economías.
Ya sea porque se desaceleren Europa o China y terminen afectando a Estados Unidos, o porque -al revés- EE.UU. se sumerja en las aguas recesivas y afecte a los demás, la estrecha interconexión entre las economías hace que los vaivenes en un lado del planeta se amplifiquen hacia el resto.
En medio de una estanflación (alta inflación con bajo crecimiento) que se expande rápidamente por el mundo, el riesgo de recesión es percibido por algunos como una amenaza a la vuelta de la esquina.
¿Cómo puede afectar a Latinoamérica?
Desde su perspectiva, el reciente fortalecimiento del dólar estadounidense presenta riesgos para varias economías.
“Esto es particularmente cierto para América Latina, que tiene fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos”, destacó a BBC Mundo, Cailin Birch, economista del centro de estudios Economist Intelligence Unit.
En ese sentido, sostuvo, las perspectivas económicas más débiles para EE.UU. han aumentado la demanda de dólares como un refugio seguro, fortaleciendo aún más la moneda.
En el caso de los países latinoamericanos muy endeudados en la moneda estadounidense, el dólar más fuerte y las tasas de interés más altas “harán que los pagos de intereses de la deuda sean mucho más difíciles de resistir”, explicó la economista.
Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC) de México, lo más inquietante del escenario económico estadounidense es que el consumo interno se ha debilitado, como también la inversión privada.
Sin embargo, en la medida que la economía de EE.UU. se debilita, los efectos están alcanzando a socios comerciales como China, México, Canadá y la Unión Europea, por el alto nivel de intercambio comercial.
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Otro canal de contagio o “factor de transmisión” hacia el exterior es el debilitamiento de los flujos de dinero que salen desde EE.UU.. Pero, al mismo tiempo, una desaceleración aumenta el envío de capitales desde el exterior hacia Estados Unidos, porque los inversores buscan protegerse de las tempestades.
En ese sentido, Latinoamérica está bastante expuesta a la fuga de capitales hacia la primera economía del mundo.
Por otro lado, si Estados Unidos sigue desacelerando, eso afectará las exportaciones que los países de América Latina envían hacia ese mercado, mermando una importante fuente de ingresos.
Mirando más a largo plazo, José Luis de la Cruz advirtió que, si Estados Unidos llega a caer en recesión, “eso le abre la puerta a China en América Latina para comprar más commodities” y reforzar su presencia en la región.