Sostenibilidad

Mujeres ganando batallas…también para ELLOS

Mjeres e Igualdad

Mujeres | En un reciente evento de celebración del Día de la Mujer, tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre el verdadero significado de la igualdad, al reconocer la labor de tres mujeres que libraron una batalla legal que benefició de forma directa a los hombres, pero también de las mujeres.

Yolanda Mayora, Gerente de Sostenibilidad

Muchas veces cuando se habla de igualdad se asume que las mujeres son las únicas beneficiadas, pero la reciente resolución de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala nos hace ver que la equidad de género no es un juego de suma cero.

El fallo respondió a la acción de inconstitucionalidad que impugnaba una serie de disposiciones del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), que establecían que los viudos solo podían recibir una pensión de sobrevivencia si estaban «totalmente incapacitados para el trabajo», un requisito que no aplicaba para las viudas.

En otras palabras, la legislación partía del supuesto de que las mujeres dependían económicamente de sus esposos, mientras que los hombres, incluso en la pérdida y el duelo, debían seguir siendo proveedores.

La Corte determinó que este trato diferenciado era discriminatorio y contrario al principio de igualdad consagrado en el artículo cuatro de la Constitución de Guatemala. La normativa impugnada perpetuaba estereotipos de género obsoletos, ignorando el avance que las mujeres han tenido en el campo profesional, y que en muchas familias son ellas el principal sostén económico. Por lo tanto, está batalla también benefició a las mujeres al reconocer estos avances y promover la igualdad.

El IGSS argumentó que eliminar esta restricción podría poner en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, pero la Corte rechazó esta postura. No se trata de dar privilegios a un grupo sobre otro, sino de garantizar que las reglas del juego sean justas para todos. Negar a los hombres el derecho a una pensión de viudez sin justificación objetiva es tan arbitrario como lo sería negar el acceso a las mujeres.

Este caso nos deja una lección clara: la igualdad no es solo una bandera femenina, sino una causa que beneficia a la sociedad en su conjunto. Cuando eliminamos barreras injustas, todos ganamos, pues la verdadera igualdad no se trata de competir, sino de caminar juntos hacia un futuro más justo para todos.

Felicitamos la valentía y determinación de Ana Lucrecia Aguilar Alegría, Sara Larios Hernández y María Isabel Carrascosa, quiénes lograron desafiar una normativa injusta y sentar un precedente histórico. Su labor nos recuerda que el derecho puede y debe ser una herramienta de transformación social, y que las mujeres con sus conocimientos, inteligencia y perseverancia, siguen abriendo camino hacia una sociedad más equitativa. ¡Feliz día de la Mujer!

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