Opinión
Sin datos no hay tecnología: quitando obstáculos del camino de crecimiento de las mipymes
En momentos en que el concepto de “nearshoring” se ha convertido en clave para el Grupo BID, debemos buscar soluciones para superar las barreras de información que dificultan la inserción de las mipymes en las cadenas de valor regionales.
El creciente esfuerzo de las empresas multinacionales para mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro en el contexto actual ha llevado a que grandes corporaciones busquen abastecerse desde lugares más cercanos a los centros de consumo, fenómeno conocido como “nearshoring”, pero hay obstáculos que deben superarse.
Las operaciones de “nearshoring” representan una oportunidad única para el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de América Latina y el Caribe (ALC), y se han convertido en una prioridad estratégica para el Grupo BID para fomentar el crecimiento económico. Si buscamos los motivos por los que esto, hasta ahora, sólo ha sido posible en una escala limitada, un problema clave que aparece en seguida es la falta de información.
En un mundo en el que la expresión inglesa “big data” se ha convertido en algo de uso común, la realidad es que ALC está distante de ser el paraíso de la abundancia de datos digitales. Las multinacionales usualmente no tienen la información necesaria para evaluar a potenciales clientes y proveedores mipyme de la región, ni mecanismos para capturarlos con facilidad, muchas veces por ausencia de registros formales, y difícilmente van a confiar en un proveedor que no conocen.
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Sin herramientas digitales para capturar y transmitir la información de su negocio, un pequeño granjero chileno o mexicano no puede entrar a formar parte de la cadena productiva de un gran supermercado y venderle lo que cultiva. Una empresa colombiana de comercio electrónico va a tener muchas dificultades para crecer si no tiene forma de recopilar datos sobre la fiabilidad crediticia de sus clientes. Una empresa brasileña que precisa transportar bienes intermedios para ser montados en otro país no va a poder fiarse de cualquier transportista desconocido que ofrezca el coste más competitivo.
ALC está tomando pasos en la dirección correcta. Por ejemplo, el puerto de aguas profundas de Posorja aumentó la competitividad portuaria del Ecuador, clave para imbricar al país en las redes regionales de comercio, al reducir los tiempos de tránsito e incrementar sus niveles de servicio en la carga y descarga de contenedores sin olvidar la aplicación oportuna de los debidos protocolos de seguridad.
Sin embargo, si el comercio regional en ALC ha de acercarse a los niveles de, por ejemplo, Asia-Pacífico – donde el “nearshoring” es práctica común – es imprescindible que todos los agentes implicados tomen conciencia de la necesidad de facilitar el intercambio de información y el salto sin vuelta atrás al mundo digital.
Las grandes empresas , las instituciones financieras y los gobiernos deben poner a disposición de las mipymes los recursos tecnológicos suficientes (apps, plataformas, etc.) para poder capturar su información, y llevar a cabo una labor educativa y de concienciación importante en este sentido. Las mipymes, por su parte, deben innovar y adaptarse a los nuevos mecanismos de pago para poder aprovechar al máximo la revolución digital.
Hay que fijarse en los obstáculos específicos para llegar a la realidad de la Cuarta Revolución Industrial: un reciente estudio en Argentina muestra que casi la mitad de las firmas manufactureras, en su mayoría pyme, están rezagadas tecnológicamente; en cambio, en Brasil y Uruguay el panorama es más halagüeño, con empresas que toman pasos efectivos, como trabajar con bancos que ofrecen préstamos digitales y mejorar su infraestructura digital.
BID Invest cuenta con diversos productos financieros y no financieros para apoyar a la mipyme y mitigar las barreras tradicionales que afectan a su crecimiento y competitividad, principalmente con relación al acceso al financiamiento y la información.
Específicamente en el campo del comercio y las cadenas de valor, los programas de factoraje inverso de BID Invest ofrecen a las mipymes una alternativa competitiva, eficiente e inmediata a otros tipos de financiamiento menos disponibles en el mercado para estas. A través de este instrumento, BID Invest busca la expansión, aceleración y democratización del acceso al crédito que conforman las cadenas de valor de grandes empresas.
Igualmente, BID Invest ha aprobado un incremento del límite de su programa de apoyo al comercio exterior a través de bancos, el Trade Finance Facilitation Program (TFFP), que este año celebra su 15 aniversario, de US$1.500 millones a US$3.000 millones este año. Bajo el TFFP, BID Invest ha desembolsado varios préstamos orientados específicamente a financiar la actividad importadora/exportadora de las MIPYME, a través de bancos de la región.