Opinión

¿Queremos inversión o la rechazamos?

Posted on

Existen muchas necesidades en nuestro país y una de las más demandadas en los últimos meses ha sido el adecuado rehabilitamiento de la red vial.


Claudia García – Directora de Investigación Económica de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES)

Hay tramos carreteros en donde el paso se hizo casi imposible y cuando las primeras lluvias comiencen, algunos van a desaparecer.

Hace algunos días con mi familia decidimos visitar un centro turístico de importancia para Guatemala, sin embargo, la travesía fue horrible. Un viaje que debió haberse disfrutado entre tres y cuatro horas, se tornó en una travesía inaguantable de más de siete horas.

Primero había un bloqueo por la ruta más viable, aunque más larga, y segundo, en la siguiente ruta, en el último tramo, lo que debía haber tardado unos 20 minutos, nos tomó poco más de dos horas ya que la carretera se encuentra en reparación y se convierte en un caos.

Esto desmotiva de sobremanera el turismo interno.

De nada sirve que las leyes se vean lindas en papel cuando no existen los planes para dar prioridad a la red vial, a las vías alternas y a los imprevistos, como las manifestaciones. Que, dicho sea de paso, se comprende la necesidad de las personas a manifestarse, pero no a costas del derecho de los demás, si tan solo dejaran una vía y el tránsito pudiera avanzar, aunque fuera lento, seríamos más empáticos ante las necesidades de manifestarse de los demás.

En fin, la red vial es en realidad una tortura vial.

Como parte de mi anterior experiencia podría mencionar también el libramiento de Chimaltenango, que luego de un largo proceso finalmente se convirtió en una vía alterna que ofreció una buena solución al calvario que se volvía recorrer ese tramo. Sin mencionar los estragos que está sufriendo ahora que empezó la época de lluvias en donde se evidencia inversión de mala calidad.

La falta de un plan de gobierno ha sido evidente en la baja ejecución del gasto público orientado a obras de inversión y gasto en infraestructura productiva. Sin embargo, la responsabilidad no depende únicamente de un plan gubernamental o de prioridades, sino también de la voluntad política. Y para muestra un botón: el casi nulo avance de la agenda legislativa por parte del Congreso de la República es lamentable en los distintos ámbitos del país: político, social y económico.

Bajo el esquema de Alianzas Público Privadas (APP), se adjudicó el primero proyecto para la transformación de la Autopista Escuintla-Puerto Quetzal, sin embargo, han transcurrido más de seis meses en los que el expediente ha estado esperando a ser dictaminado por parte de la Comisión de Comunicación, Transporte y Obras Públicas. Este aún no ha sido emitido, lo cual empieza a generar dudas de las razones por las que pudiera existir algún retraso. Esto representa un costo muy alto para el país porque retrasa más la agenda de competitividad y de atracción de inversión tan necesaria para el país.

En este sentido, se está poniendo en mal al país ante inversionistas extranjeros por incumplir un contrato que ya lleva varios meses adjudicado.

Este es el primero proyecto que se gestiona a través de las Alianzas Público Privadas y por lo tanto, los retrasos provocados deja mal a varias instituciones.

No se comprende por qué si Guatemala requiere de atraer inversión, esto no lleva el trámite que la ley establece tan claramente. ¿Será falta de voluntad política? ¿Falta de compromiso con la agenda del país? Sin duda es un golpe importante a la atracción de inversión y a los esfuerzos por generar la competitividad que tanto se requiere para el desarrollo de Guatemala.

La inversión por sí sola representa generación de puestos de trabajo directos e indirectos, así como ingresos al Estado, mayor competitividad, productividad y facilita y agiliza el comercio. Entonces, la pregunta es ¿por qué poner en riesgo el incumplimiento de un contrato que lleva implícitos beneficios para el país?

Click to comment

Más populares

Salir de la versión móvil