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Proveedores de tecnología continuarán exportando a empresas chinas
Un nuevo capítulo en la intensa competencia tecnológica entre Estados Unidos y China está generando polémica ante la prohibición del país norteamericano a un conglomerado chino al acceso a la tecnología occidental.
Por Mundo Marítimo
Sin embargo, las compañías chinas aún puede obtener esos bienes gracias a un tecnicismo que, según ex empleados del rubro, constituye una importante laguna en el régimen estadounidense de control de las exportaciones, de acuerdo a informaciones de prensa de negocios.
Frenar al adversario
Los proveedores estadounidenses tienen prohibido exportar a compañías incluidas en la denominada Lista de Entidades del Departamento de Comercio, a menos que obtengan su aprobación. No obstante, gracias a una ‘laguna legal’, las empresas incluidas en la lista pueden comprar productos estadounidenses a través de filiales que no figuran en ella, ya que la ley que rige la Lista de Entidades del Departamento de Comercio permite a las empresas vender a empresas que no se mencionan específicamente.
Esta posibilidad de eludir los controles a la exportación socava el objetivo principal de la política, que es impedir que adversarios como China, Rusia e Irán potencien sus capacidades militares, de inteligencia y económicas con tecnología occidental avanzada. Precisamente, la laguna en las leyes de control de las exportaciones que permite a los proveedores estadounidenses de tecnología vender a empresas chinas a través de sus filiales ilustra cómo la emergencia de China como adversario económico y geopolítico de Estados Unidos ha convertido cada vez más el comercio de tecnología en una cuestión de seguridad nacional.
Competencia por el dominio
Lo cierto es que es cada vez más difícil separar a la industria tecnológica de Estados Unidos de China, pues compiten por dominancia en este ámbito, nutriéndose mutuamente de componentes básicos, diseño, desarrollo y producción de avanzada, además de constituir un negocio multimillonario para la logística (transporte de insumos), el desarrollo industrial (la fabricación de aparatos y microchips) y el comercio (venta retail, industrial, automovilístico, etc), revelando una extensa red de de movimientos e interdependencia entre las economías.
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Sin ir más lejos, gigantes como Huawei e Inspur Group Co., entre otros, hacen negocios por valor de miles de millones de dólares con empresas estadounidenses, incluida la compra de semiconductores a Nvidia y Advanced Micro Devices Inc. Pero la cercanía de las compañías chinas con el partido comunista y la posible guerra tecnológica que las tensiones entre Estados Unidos y el gigante asiático podrían desatar es precisamente lo que propicia medidas como esta, que se suma a una larga historia de sanciones y prohibiciones de empresas chinas en territorio norteamericano.
El Congreso de Estados Unidos pasó una ley buscando limitar el acceso de compañías chinas a tecnología occidental en la carrera por el dominio del desarrollo de los cables de transmisión de Internet submarinos. Habrá que seguir de cerca esta nueva batalla por el control tecnológico y las nuevas polémicas que salgan a flote.