Importadores | La Guerra Comercial que se ha desatado entre Estados Unidos contra China y la reciente ola de anuncios arancelarios ha conmocionado a las pequeñas empresas importadoras estadounidenses, creando una incertidumbre sin precedentes en un entorno comercial global ya de por sí inestable.
Un reporte de Freightos indica, que las consecuencias se siguen acumulando con la incorporación de nuevos aranceles (como los aranceles recíprocos), posibles exclusiones y, posteriormente… retrasos, sembrando una incertidumbre total.
Una reciente y exhaustiva encuesta a unos 200 pequeños importadores, principalmente basados en Estados Unidos, que utilizan Freightos Marketplace para sus importaciones – realizada en forma anterior a la congelación de aranceles por 90 días – revela la profunda preocupación y el impacto tangible que estos cambios de política están teniendo en la práctica.
Las cifras dan cuenta del nivel de alarma. Los encuestados calificaron su preocupación con un promedio de 8.9 sobre 10, mientras el 62 por ciento seleccionó el nivel máximo de 10.
De acuerdo con Freightos, “este extraordinario nivel de ansiedad refleja no solo las implicaciones financieras, sino también la incertidumbre política: el 51 por ciento de los importadores admitió no poder predecir las próximas medidas del gobierno en materia de aranceles”.
¿Pura emoción?
No. la incertidumbre se ha reflejado directamente en las decisiones operativas. Un tercio de los encuestados 33 por ciento suspendió sus embarques por completo, mientras que el 29 por ciento está explorando opciones de abastecimiento alternativas fuera de las regiones afectadas. Sin embargo, con tantos vaivenes, otro 29 por ciento se mantiene a la expectativa, esperando una aclaración antes de realizar cambios significativos.
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Pero esto no es todo, los importadores creen que el impacto potencial en los volúmenes de carga es sustancial, y el 54 por ciento anticipa reducciones de «graves a significativas» en su actividad de importación. Según Economics101, la reducción de la demanda ya está teniendo su efecto. De hecho, las tarifas de transporte marítimo de contenedores de China a Long Beach han bajado un 16 por ciento desde el 9 de abril, fecha de la introducción de los aranceles recíprocos, posteriormente postergados.
Junto a la baja de tarifas desde China se informa de un aumento de la cancelación de itinerarios en esta ruta debido a la caída de la demanda, impulsada por los aranceles vigentes del 125 por ciento. Esto, a su vez, ha generado en las líneas navieras la necesidad de cancelar itinerarios (o aplicar blank sailings) a corto plazo desde China y, posiblemente, aumentar los servicios desde otros orígenes asiáticos.
Pero estos cambios no simples y podrían representar un desafío para las líneas navieras y causar retrasos a los importadores, debido a la concentración habitual de contenedores vacíos en China.
Pausa de 90 días
En paralelo, se han mantenido elevadas las tarifas en las rutas provenientes desde Taiwán y Vietnam. Acerca de este punto, Freightos estima que la pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles, junto con la escalada de las hostilidades comerciales de Estados Unidos con China, ha implicado que muchos de los importadores que se abastecen en otros países asiáticos comiencen a aumentar sus pedidos para anticiparse a la posible reanudación de los aranceles en julio, lo que probablemente refleja la rápida transición hacia mercados de abastecimiento alternativos.
Por otro lado, muchos importadores estadounidenses que se abastecen en China habían estado adelantando el embarque de bienes desde las elecciones de noviembre, anticipándose a los incrementos arancelarios. Esta acumulación de inventario debería permitir a muchos hacer una pausa temporal y ver hacia dónde podrían conducir las negociaciones comerciales antes de decidir sus próximos pasos: cambiar a otras opciones de suministro o simplemente reanudar los embarques desde China y afrontar mayores costos.
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Para los propietarios de carga que utilizan otras rutas, la prórroga de 90 días supone otra oportunidad para adelantar el embarque de bienes antes de posibles aumentos arancelarios definitivos. De hecho, Judah Levine, analista jefe de Freightos habla de informes de la puesta en marcha de embarques anticipados.
“Esta nueva oportunidad para adelantar carga probablemente implicará un aumento de la demanda de transporte marítimo en estas rutas a corto plazo, seguido de una menor demanda (y tarifas) una vez vencido el plazo, lo que indica que los meses típicos de temporada alta serán más moderados debido al adelanto de la demanda desde finales del año pasado”, proyecta Levine.
*Con información de MundoMaritimo
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