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La guatemalteca que diseñó un filtro de agua con restos de camarón
Siendo aún estudiante universitaria, Isabel Amorín se interesó en las múltiples aplicaciones que podía dársele a los desechos de los camarones, especialmente para descontaminar el agua en la industria textil. Con el tiempo logró desarrollar un prototipo de filtro que permite separar el color del líquido y ahora busca llevarlo a gran escala.
La científica guatemalteca tiene 28 años y ya ha hecho pruebas del artefacto con algunas comunidades que habitan la cuenca del lago Atitlán, Sololá y que utilizan colorantes para textiles.
El filtro funciona dependiendo del colorante y el tiempo necesario para remover los residuos del agua. Por lo tanto, su eficacia muestra que se elimina entre el 85 y el 95 por ciento del colorante. Además, cumple con las regulaciones del Acuerdo Gubernativo de Descargas de Aguas Residuales.
El hallazgo de Amorín consiste en haber sintetizado un polímero a partir de las cáscaras del camarón, el cual es capaz de retener los colorantes usados en la industria textil. Por esta creación, fue seleccionada como uno de los innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019 por la MIT Technology Review en español.
Una segunda fase, comentó a DataExport, será adaptarlo y probarlo para uso industrial e incluso, aplicando el concepto de economía circular, reutilizar tanto el tinte o colorante como el agua.
Isabel ha trabajado en instituciones como la Universidad de San Carlos – de donde se graduó como química bióloga – en el Departamento de Físicoquímica, en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses o en el Laboratorio Inlasa.
Para financiar el desarrollo del primer prototipo del filtro, participó en un proyecto mundial de agua y saneamiento que organiza la institución belga Young Water Solutions. De entre más de 450 jóvenes, fue seleccionada para viajar junto con otras 13 personas a Suiza para participar en un curso sobre cómo implementar proyectos y adaptar la tecnología en comunidades. Además, recibió un financiamiento de 5 mil euros.
Recientemente, la joven guatemalteca se reunió con representantes del Sector de Acuicultura y Pesca de AGEXPORT, para explorar las posibilidades de llevar a gran escala su proyecto, aprovechando los desechos que genera esta industria.