Importadores | La suspensión temporal de aranceles hasta el 1 de agosto ha sido aprovechada por muchos propietarios beneficiarios de la carga (BCOs por su sigla en inglés) como una oportunidad estratégica para reconstruir y fortalecer sus niveles de inventario.
Sin embargo, la incertidumbre que rodea a la política comercial estadounidense-impulsada en gran medida por el “enfoque errático” del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump respecto a los aranceles, continúa generando inestabilidad en las cadenas de suministro.
“El ir y venir entre la imposición y retirada de aranceles ha dificultado la planificación a largo plazo, haciendo casi imposible para las empresas prever costos y realizar órdenes de compra con confianza”, advierte Jon Monroe, analista de la industria marítimo-portuaria y logística.
A pesar del sombrío panorama para el segundo semestre de 2025, marcado por retrasos en los embarques, sobrecapacidad en el transporte marítimo y una débil demanda del consumidor- los grandes retailers se han adelantado a posibles disrupciones.
“Muchos ya aseguraron y almacenaron su inventario navideño mucho antes del habitual cuello de botella en los embarques”, señala Monroe.
Lo anterior, “significa que, a pesar de los desafíos logísticos globales, los estantes estarán abastecidos y Santa seguirá su ruta”, indica, concediendo, sin embargo, que la incertidumbre comercial y los vaivenes arancelarios siguen impactando la planificación a largo plazo, especialmente para empresas pequeñas y medianas.
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Los importadores no están indefensos
De acuerdo con la mirada del analista, los importadores no están completamente indefensos ante el impacto de los aranceles. En ese sentido destaca cuatro estrategias clave que las compañías importadoras estadounidenses han estado ejecutando:
📌 Construcción anticipada de inventarios: Como se mencionó, Los importadores más previsores adelantaron pedidos y movilizaron mayores volúmenes durante el primer semestre del año. Esto explica el aumento reciente en los flujos hacia la Costa Oeste de EE. UU (USWC).
📌 Diversificación de proveedores: Aunque es complejo, muchos fabricantes chinos están trasladando operaciones a otros países. No obstante, persisten dudas. “No sabemos hacia dónde movernos porque necesitamos invertir en una nueva planta, pero las órdenes están cayendo en China y no sabemos qué hará Trump con los aranceles, comenta un gerente de fábrica citado por Monroe.
📌 Negociación con fábricas: Revisar términos contractuales es cada vez más difícil. “Los proveedores están expandiendo su negocio a otros mercados y podrían priorizar pedidos de regiones menos costosas y conflictivas”, agrega el analista.
📌 Transferencia de costos al consumidor: Esta opción debería ser el último recurso. “¿Se imagina comprar en Target o Walmart con precios de Nordstrom [reconocida cadena de tiendas departamentales de alta gama en Estados Unidos]?”, ironiza Monroe. Sin embargo, expone que para empresas pequeñas y medianas que no pueden asumir grandes inventarios, trasladar parte del costo al consumidor puede ser inevitable.
Igualmente, Monroe sugiere que, aunque muchas empresas ya han trasladado parcialmente estos costos, el verdadero impacto se hará sentir si la inestabilidad arancelaria persiste: “Incluso las compañías más grandes y con mayores recursos se verán obligadas a pasar parte de estos costos a los consumidores”.
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Por MundoMarítimo
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