Opinión
¿Habrá una nueva crisis mundial?
Mucho se ha hablado de la posibilidad de una recesión económica mundial. Las causas que lo originan son distintas a aquellas que provocaron la crisis mundial en el 2008.
Hoy se habla de una recesión inminente provocada principalmente por la tensión entre Estados Unidos y China.
Durante el 2019 se desató una guerra comercial en donde ha habido acciones y reacciones de ambas partes. Y aunque todo parecía que ahí había parado, de nuevo el Presidente Donald Trump ha anunciado la intención de imponer más aranceles a las importaciones provenientes de China.
Por si esta situación no tuviera suficientemente tensos los mercados, y el panorama mundial con mayor inestabilidad comercial, Trump también emprendió una guerra tecnológica.
En un inicio fue un golpe directo a la empresa de origen chino Huaweii, sin embargo, se ha anunciado que más compañías estarían siendo incluidas como de riesgo en seguridad. “Casualmente”, todas estas empresas son socias de Huaweii o al menos están relacionadas.
Para completar el cuadro ya un tanto dramático, no se debe descartar que la estabilidad que se está gozando de los precios del petróleo pudiera venirse abajo.
Existe un riesgo importante de un aumento de los precios del petróleo, esto derivado de la tensión que existe por la confrontación entre Estados Unidos e Irán. Sin duda alguna una restricción de la oferta petrolera en un momento de alta demanda, desencadenaría alza en los precios del petróleo. Esta situación sería un golpe importante para todas las economías que dependen de la importación de este bien.
Estos shocks económicos constituyen un impacto económico de magnitud mundial, generando crisis a distintos niveles dependiendo de la situación particular de economía.
Lo que sí es seguro es que la incertidumbre que esto genera sí determina que el agente económico se quede a la espera de saber qué es lo que va pasar y por lo tanto se comienza a vivir una desaceleración. Ante un panorama incierto, es difícil tomar una decisión de inversión.
Dentro de esta serie de escenarios debe sumarse la salida del Reino Unido de la Unión Europea, denominado BREXIT. Aunque se tienen planes para que esta salida tenga efectos lo menos brusco posibles, esto también genera ciertas tensiones y expectativas a nivel mundial.
Por su parte las economías emergentes también están haciendo ruido. Tal es el caso de las tensiones financieras que persisten en Argentina y Turquía; así como la desaceleración económica persistente en México y Brasil.
Aun así la crisis es una expectativa más, aun no confirmada.
Los organismos internacionales mantienen sus estimaciones de cierre del año 2019 en un crecimiento mundial a razón de 3.2 por ciento y para el 2020 de 3.5 por ciento. Por lo que es importante mantener la calma y no generar mayores o falsas expectativas que puedan desestabilizar los mercados.
Las vísperas de un nuevo año siempre traen una actitud positiva de parte de los agentes económicos por lo que la recomendación es mantener en alto el espíritu esperando que una crisis mundial, sea pasajera o al menos se pueda sostener con medidas económicas para sufragar su impacto.