Perspectivas Globales

Donald Trump y su visión para el comercio mundial

Por DataExport

Publicado el 20 enero, 2025

Este lunes 20 de enero de 2025, Donald Trump, asumió por segunda vez como Presidente de Estados Unidos, en el Capitolio en Washington.

Luego de imponerse en las elecciones de noviembre de 2024, generó nerviosismo en el comercio internacional con sus promesas de alzas arancelarias y la probable agudización de la Guerra Comercial con China, el inicio de su mandato comenzará a aclarar la incertidumbre respecto a las acciones que emprenderá en el poder y si estas afectarán, efectivamente, a las cadenas de suministro global y a la industria marítima internacional.

Donald Trump ha prometido imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones desde Canadá y México, medida que ha justificado acusando los escasos esfuerzos de ambos países contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas.

También Trump planea imponer un arancel adicional del 10 por ciento a los productos chinos, el cual está motivado por las acusaciones contra China de facilitar el comercio de precursores químicos del tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, que ingresaría a través de México a Estados Unidos.

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A pesar de los argumentos sostenidos por Donald Trump, es probable que estas medidas se enfoquen de forma proteccionista de la economía, lo que podría llevar a una mayor inestabilidad en las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores como la manufactura y tecnología.

¿Reshoring vs nearshoring con Donald Trump?

En ese sentido, Donald Trump ha expresado su intención de incentivar la relocalización (reshoring) de la manufactura dentro de Estados Unidos mediante la reducción de impuestos y la imposición de aranceles a productos manufacturados en el extranjero. En este plano será interesante ver como enfoca las importaciones a través de la frontera México en el marco del libre comercio que mantiene con este último país – y también con Canadá- denominado T-MEC, vía que ha sido calificada como un pasillo para productos fabricados en China que buscan evitar los aranceles les serían aplicados de ingresar por puertos estadounidenses.

Hay quienes piensan que esta mirada podría perjudicar a México, que ha concentrado el nearshoring, es decir la instalación de fábricas antes instaladas en China en la cercanía de la frontera con Estados Unidos. Sin embargo, hay quienes piensan que mayores aranceles no afectarían esta tendencia.

“Si estás considerando México, lo estás haciendo por la mano de obra y un arancel del 25 por ciento no va a hacer que el mercado estadounidense sea el lugar donde decidas poner esa producción”, indicó Jason Miller, profesor de logística de la Universidad Estatal de Michigan.

Otros análisis plantean que apretar la tuerca arancelaria contra Canadá y México obligaría a Estado Unidos a mirar a otros países aliados, incluso, más allá de sus fronteras inmediatas, con el fin de lograr la reubicación de sus centros de fabricación, fomentando el crecimiento de otros mercados y, a la vez, fragmentando aún más las cadenas de suministro, en un desarrollo más a largo plazo.

Aranceles no se resolverá de inmediato

Sin embargo, la política arancelaria no se resolverá de un día para otro. Según Judah Levine, analista jefe de Freightos, resultaría poco probable que los aranceles de la magnitud propuesta por Donald Trump realmente entren en vigor a partir de esta jornada, incluso si el mandatario inicia estas medidas en su primer día.

Esto, debido a que la puesta en marcha de diversas leyes comerciales en las que se basó en su anterior gobierno requirió de un cronograma muy extenso, incluso de varios meses, desde el inicio del proceso hasta la implementación.

Guerra comercial se intensifica

Algunas de las medidas adoptadas con la intención de frenar la influencia China en la economía estadounidense se planearon y ejecutaron durante el gobierno de Joe Biden. Un caso es el de la investigación del Congreso de Estados Unidos sobre las grúas de fabricación china instaladas en los puertos estadounidenses que determinó que estos equipos representaban una amenaza a la seguridad estadounidense, puesto que en algunos casos se encontraron módems de telefonía móvil los cuales podrían ser accesibles de forma remota, lo que levantó acusaciones contra al gobierno chino de buscar oportunidades para recopilar información de inteligencia y potencialmente realizar espionaje a través de estas infraestructuras críticas.

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Un caso más reciente es el informe publicado recientemente por el USTR (Representante Comercial de los Estados Unidos) que concluye que el hecho de que China tenga como objetivo a los sectores marítimo, logístico y de construcción naval para dominar no es razonable y sobrecarga o restringe el comercio estadounidense, indicando además que esta situación aumenta el riesgo y reduce la resiliencia de la cadena de suministro.

Al respecto, el analista de la industria marítima Lars Jensen indica que si se toman medidas contra China en este plano, será una decisión puramente política, que podría resultar en sanciones a través de nuevos aranceles.

«Añadir de facto pagos de impuestos para los buques chinos que recalen en puertos estadounidenses, así como obligar a los importadores y exportadores estadounidenses individuales a enviar el 10 por ciento de su volumen en buques con bandera estadounidense después de un período de aumento”, resaltó Jensen.

Ante esta disputa comercial en constante crecimiento, Jensen lanza una advertencia: “los importadores, exportadores, transitarios y líneas navieras deben prestar mucha atención a estos acontecimientos que se desarrollen y determinar qué significaría para sus cadenas de suministro, ya que el impacto podría ser sustancial”.

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Por MundoMarítimo