Opinión
¿Cómo afectará a América Latina y el Caribe el auge de Miami como centro tecnológico mundial?
En la noche del 24 de mayo de 2019, cualquiera que mirara el cielo despejado se habría asombrado por la alineación de decenas de “estrellas” brillantes que se movían en formación, como los vagones de un tren. No eran estrellas reales, sino los primeros satélites lanzados por Starlink, la empresa de banda ancha de Elon Musk.
En 2020, un nuevo conjunto de “estrellas” se alineaba, pero esta vez sobre el sur de Florida. Un entorno favorable para las empresas, una vibrante comunidad multicultural y la posibilidad, única en la vida, de experimentar con el trabajo a distancia posicionaron rápidamente a la zona como el nuevo y más vanguardista centro tecnológico. Sin embargo, un ecosistema tecnológico próspero no se produce por casualidad. Florece gracias a una interacción virtuosa entre fundadores, empresas emergentes, capitalistas y talento. Y, como veremos a continuación, a un tuit viral.
Hay tendencias seculares más profundas que juegan a favor del sur de Florida. La digitalización está acelerando lo que el profesor Galloway de la NYU Stern llama “la gran dispersión”. Así como la tecnología puede ayudar a omitir los bancos (fintech), las tiendas (comercio electrónico), el médico (telesalud) y los supermercados (e-grocery), hay pruebas de que la innovación y la creación de empresas tecnológicas podrían dejar de lado a Silicon Valley. En Estados Unidos, Austin, Los Ángeles, Boston, Miami y otros centros están cobrando fuerza. Aunque es poco probable que derroquen a Silicon Valley por ahora, sí están captando una parte de la acción.
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El sur de Florida es único en muchos sentidos. Históricamente ha sido un peldaño para entrar y salir de América Latina y el Caribe (ALC). Una logística de viajes favorable atrajo a los responsables de la toma de decisiones, creando un sólido centro financiero para las oficinas multifamiliares y los gestores de patrimonio.
En este contexto, en 2019 Softbank causó un gran revuelo con su enorme fondo orientado a América Latina de 5.000 millones de dólares. Luego aumentó la apuesta a través del Fondo de Oportunidades, de 100 millones de dólares, que fue en apoyo a las empresas emergentes de fundadores afroamericanos, latinos y nativos americanos. Pero Miami también atrae a otros pesos pesados. Goldman Sachs, Founders Fund y Blackstone, junto con Spotify y Apple, han aterrizado en la zona, en muchos casos con la vista puesta en ALC. A medida que el centro crezca, otros querrán (y necesitarán) instalarse en él
Organizaciones como The Knight Foundation, Miami-Dade Beacon Council y Miami Tech están demostrando ser fundamentales para promover un espíritu comunitario abierto y solidario como el que se vio en la primera época de Silicon Valley. No es de extrañar que los fundadores nacidos en el extranjero representen alrededor del 40% de los empresarios de Miami, y que muchos de ellos sean latinos. Pero, ¿cómo puede potenciarse aún más un prometedor centro tecnológico? ¿Y qué significa esto para otros ecosistemas tecnológicos de ALC?
Los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) ahora son fundamentales. En su última carta anual, el presidente ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, explicó que las empresas con altos estándares de ASG superaron a sus pares en 2020. En una zona tan diversa como el sur de Florida y la región de ALC a la que sirve, el motor que impulsa el crecimiento tecnológico debe ser inclusivo y sostenible. La integración de los aspectos ASG requerirá más liderazgo y pedagogía por parte de los responsables políticos, los inversores de impacto y los organismos multilaterales. La iniciativa fAIr LAC de BID Lab es un claro ejemplo de cómo un ecosistema se puede orientar hacia la sostenibilidad, y de esta forma impulsar el impacto.
La publicación “Tecnolatinas: El ecosistema de las empresas emergentes de ALC alcanza la mayoría de edad” pone de manifiesto las motivaciones del Grupo del BID para conectarse con el centro de empresas emergentes de Miami, reforzando así la integración entre el hemisferio norte y el sur. Esto ayudará a la ampliación y regionalización de las empresas emergentes de ALC. También activará verticales y mercados tecnológicos de menor escala, como los de América Central y el Caribe. En este sentido, Miami desempeñará un papel cada vez más relevante, impulsado por convocatorias como The Venture City, Founders Factory y CIC.