La presión para impulsar el acuerdo UE-Mercosur hacia la recta final crece, tras años de negociaciones. Algunos ven posibilidades, mientras otros temen sus consecuencias.
Por DW
En la ciudad belga de Ciney, a cerca de una hora de Bruselas, miles de vacas y toros cambian de dueño todos los viernes. Algunos de ellos han terminado su carrera como vacas lecheras, otros son toros jóvenes, o fueron animales de cría. Aquí se los vende para el engorde, y luego a una carnicería.
Los visitantes y expositores del mercado viven de la venta y reventa de este ganado. La población bovina en Bélgica se redujo en las últimas tres décadas de tres millones a dos millones de animales. Muchos temen que siga disminuyendo, y piensan que su sustento puede verse amenazado si se importa más carne de América Latina.
“Eso tendría un efecto muy negativo en el precio que reciben nuestros productores, y desanimaría a los productores agrícola-ganaderos a trabajar en sus granjas”, dice a DW Benoît Cassart, secretario general de la Federación de Ganadería y Comercio de Carne de Bélgica.
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A Cassart no solo le preocupa el futuro, sino también la dependencia del resto del mundo para obtener alimentos. La razón de ese malestar es el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur.
Las negociaciones para crear la mayor área de libre comercio del mundo comenzaron hace 20 años. En 2019 se logró un acuerdo general, pero desde ese momento las reticencias han obstaculizado su cierre. Si se implementara, se crearía un área de libre comercio entre los 27 países miembros de la UE y los países del Mercosur que incluiría a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y que abarcaría a casi 800 millones de personas.
Ganaderos brasileños ven el acuerdo como oportunidad de negocios con mERCOSUR
En Brasil, la productora ganadera Ellen Marina ve el acuerdo como una oportunidad. La empresaria es dueña de cientos de cabezas de ganado y de tres haciendas. Sus animales se venden a los mataderos, los cuales exportan la carne directamente a Europa.
“La carne de alta calidad tiene un gran valor en Europa. Ese no es el caso en China, por ejemplo. Tenemos la esperanza de que el mercado europeo se abra a la carne brasileña con la finalización del acuerdo”, indió Marina a DW.
Brasil es líder en exportación de carne y tiene los rebaños más grandes del mundo, con aproximadamente 224 millones de animales. China es el principal comprador de las materias primas de Brasil, con cerca de dos tercios de las exportaciones de carne vacuna de ese país en 2022. La UE ocupa el segundo puesto, seguida de Estados Unidos, según el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil.
Con el acuerdo UE-Mercosur, la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (ABIEC) espera que se recupere la posición que tenía Brasil antes de la introducción de restricciones sanitarias, que redujeron significativamente las exportaciones a comienzos del 2000.
Exigencias medioambientales: ¿obstáculo u oportunidad?
La protección del medioambiente, incluyendo la región amazónica, es actualmente el principal impedimento para poder continuar con las negociaciones del acuerdo. La Comisión Europea propuso una adenda al tratado, que consagra los requisitos ambientales. Eso ha sido rechazado por países clave del Mercosur. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó el texto de “inaceptable”.
Patricia Iglecias, profesora de Derecho de la Universidad de Sao Paulo, piensa que las regulaciones ambientales detalladas en el acuerdo son una oportunidad para los productores agroganaderos de Brasil que se comprometen con una agenda medioambiental responsable. El trato también ayudaría a controlar las cadenas de producción en el Amazonas, exigiendo a los países que cumplan con la legislación local, añadió.
“Tenemos una serie de regulaciones de la Constitución Federal del Consejo Amazónico que restringen la expansión de las áreas de cultivo”, informó Iglecias.
Pero antes de que el acuerdo, con sus repercusiones en los medios de vida de ambos continentes, pueda entrar en vigor, ambas partes deben pactar los próximos pasos a seguir.
Con España a la cabeza de la presidencia rotatoria del Consejo y Brasil al frente del Mercosur hasta finales de 2023, la presión política para finalizar el acuerdo para entonces es alta.
El presidente de Brasil, Lula, anunció una propuesta propia sobre los requisitos ambientales, informó la agencia de noticias AFP. Quiere llevarla a la cumbre de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Bruselas este 17 de julio de 2023.
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